El Banco Central Europeo (BCE) ha comunicado el inicio de la fase de investigación del proyecto del euro digital.

La intensificación de la digitalización afecta a todos los ámbitos de la vida, lo que ha transformado la forma de pago. Un euro digital sería, según el BCE «una forma de dinero electrónico que todos los ciudadanos y empresas podrían utilizar -como los billetes, pero en formato digital- para realizar sus pagos diarios de forma rápida, sencilla y segura. Sería un complemento del efectivo, no un sustituto. En cualquier caso, el eurosistema seguirá emitiendo efectivo». 

European Central Bank: Eurosystem

La intensificación de la digitalización afecta a todos los ámbitos de la vida, lo que ha transformado la forma de pago. Un euro digital sería, según el BCE «una forma de dinero electrónico que todos los ciudadanos y empresas podrían utilizar -como los billetes, pero en formato digital- para realizar sus pagos diarios de forma rápida, sencilla y segura. Sería un complemento del efectivo, no un sustituto. En cualquier caso, el eurosistema seguirá emitiendo efectivo».

El BCE y los bancos centrales que forman parte del eurosistema son responsables del euro. Proporcionan moneda de dos maneras: con la emisión de billetes y con la trasferencia de depósitos electrónicos a los bancos y otras instituciones financieras.

Desde que el Banco Central Europeo publicó su informe sobre el euro digital, se han realizado estudios, se ha recabado información de ciudadanos y profesionales y se han realizado algunas pruebas. El objetivo es garantizar que los ciudadanos y las empresas tengan acceso a una forma de dinero protegida, accesible y eficiente en la era digital.

Pruebas y resultados hasta la fecha

El proyecto del euro digital está actualmente en fase de investigación. Está estipulado que dure 24 meses y pretende abordar cuestiones clave de diseño y distribución. El objetivo es que el euro digital pueda satisfacer las necesidades de los europeos, ayudar a prevenir actividades ilícitas y evitar cualquier impacto no deseado en la estabilidad financiera y la política monetaria.

Las pruebas se han realizado en cuatro áreas:

  1. Registro del euro digital.
  2. Privacidad y prevención del blanqueo de capitales.
  3. Límites a la circulación del euro digital.
  4. Acceso de los usuarios finales cuando no están conectados a Internet y fomento de la inclusión con dispositivos adecuados.

En consecuencia, no se han identificado obstáculos técnicos importantes en relación con las opciones de diseño analizadas.

El servicio de liquidación inmediata de pagos TARGET2, ofrecido por el Eurosistema, y la tecnología blockchain pudieron procesar más de 40.000 transacciones por segundo. Las pruebas también demostraron la posibilidad de diseñar arquitecturas que combinen elementos centralizados y descentralizados.

Opiniones favorables y críticas

 Los partidarios señalan que esta nueva forma de pago digitalizada facilitará unos pagos más rápidos y sencillos. Esto contribuirá a la accesibilidad y a la inclusión financiera. Además, según fuentes del trabajo experimental, una infraestructura central de euros digitales también sería respetuosa con el medio ambiente, ya que en las arquitecturas probadas la electricidad consumida para realizar decenas de miles de transacciones por segundo es insignificante en comparación con el consumo de otras cripto activos.

Pero también surgen dudas sobre sus posibles complicaciones. Una de ellas apunta directamente contra el sistema financiero en Europa y, sobre todo, contra los bancos europeos. Estos últimos podrían verse abocados a un papel marginal dentro del sistema financiero si los ciudadanos transfirieron sus ahorros a la nueva moneda digital centralizada. Este comportamiento secaría a los propios bancos de su fuente principal, obligándoles a competir con el propio banco central en la remuneración de los depósitos o a cambiar sus estructuras de negocio.