Qué ocurrió en 2025: claves tecnológicas del año
La Inteligencia Artificial se consolidó como pilar del negocio
Las empresas pasaron de pequeños experimentos a escalar la Inteligencia Artificial en operaciones y flujos de trabajo clave. Esto impulsó la toma de decisiones, la automatización y la creación de nuevos servicios.
La tendencia fue clara: la Inteligencia Artificial se consolidó como una tecnología de propósito general en prácticamente todos los ámbitos empresariales.
La Inteligencia Artificial generativa —como los grandes modelos de lenguaje y los asistentes inteligentes— impulsó la creación de contenidos, la interacción con clientes y la automatización interna. Fue mucho más allá de los chatbots para convertirse en una herramienta estratégica de negocio.
Ciberseguridad: defensas más inteligentes frente a amenazas más sofisticadas
La ciberseguridad evolucionó al mismo ritmo que las amenazas. Los atacantes incorporaron automatización y herramientas inteligentes, lo que obligó a las organizaciones a reforzar sus defensas.
Las defensas basadas en Inteligencia Artificial se volvieron críticas, impulsando modelos Zero Trust y la monitorización continua. La detección temprana de amenazas pasó a apoyarse cada vez más en sistemas inteligentes.
Además, surgió una nueva generación de Inteligencia Artificial agente en ciberseguridad: sistemas autónomos capaces de razonar y actuar. Aunque ofrecen un gran potencial defensivo, también plantean nuevos retos de gobernanza y control.
Cloud computing: la capa base de la innovación
Los servicios en la nube se consolidaron como infraestructura esencial para la escalabilidad empresarial y el despliegue de la Inteligencia Artificial.
El cloud computing fue más allá del almacenamiento para convertirse en la base de los flujos de datos, las aplicaciones en tiempo real y los modelos de Inteligencia Artificial, especialmente mediante estrategias híbridas y multicloud que equilibran flexibilidad y control.
Las grandes inversiones continuaron, con nuevos centros de datos y recursos de computación de alto rendimiento diseñados para acelerar cargas de trabajo avanzadas.
Computación cuántica: de la teoría a la planificación empresarial
La computación cuántica comenzó a salir del ámbito puramente experimental. Las organizaciones iniciaron proyectos y pruebas, especialmente en entornos intensivos en datos donde la optimización y la simulación avanzada pueden aportar ventaja competitiva.
Los avances en hardware y software aceleraron el camino hacia casos de uso prácticos. Además, empezaron a surgir herramientas que conectan la computación cuántica con el ecosistema cloud, facilitando la experimentación sin necesidad de conocimientos profundos del hardware.
Automatización, robótica y nuevos roles profesionales
La combinación de Inteligencia Artificial y robótica empezó a redefinir los roles del trabajo.
Los robots colaborativos se integraron en entornos productivos junto a personas, mientras que los sistemas inteligentes optimizaron procesos como la selección y retención de talento.
La analítica predictiva se consolidó como apoyo clave para la estrategia y la toma de decisiones, impulsando la productividad y haciendo imprescindible la formación continua y la adquisición de nuevas habilidades.
Transformación digital a escala
La transformación digital dejó de ser un concepto aspiracional para convertirse en una necesidad real. En 2025, las organizaciones avanzaron hacia modelos más digitales, integrando Inteligencia Artificial, cloud computing e Internet de las cosas en sus procesos.
El uso de plataformas low-code y no-code aceleró la innovación, mientras que las estrategias centradas en el cliente marcaron la diferencia competitiva. La falta de adaptación comenzó a traducirse directamente en pérdida de relevancia.
Inversión tecnológica y empuje empresarial
El gasto en tecnologías de la información alcanzó un máximo histórico en 2025.
En 2025 el gasto mundial en tecnologías de la información (TI) fue uno de los más altos registrados, impulsado por inversiones en Inteligencia Artificial, nube, ciberseguridad y transformación digital.
Según las principales estimaciones el gasto global total en TI en 2025 es aproximadamente 5,43 billones de dólares (unos 5,0 billones de euros) a nivel mundial, lo que supone un crecimiento cercano al 8 % respecto a 2024.
Además, dentro de ese gasto, la inversión en Inteligencia Artificial por sí sola alcanza alrededor de 1,5 billones de dólares en 2025.
Este nivel récord reflejaron el compromiso de las empresas con infraestructuras modernas y modelos de negocio más resilientes.